miércoles, 30 de julio de 2014

Muerte de José y esclavitud



 Sobre la muerte de José es verdaderamente muy poco cuanto puede encontrarse en las escrituras (Salvo el dato, no menor, de sus ritos funerarios y el destino final donde descansaron sus restos), sin embargo, por el devenir de los acontecimientos, podemos notar lo nefasto de sus consecuencias. Al parecer ni sus hijos, ni los líderes de su clan, tuvieron la capacidad política para mantener cuanto José había construido, pues, en casi el mismo periodo de tiempo que le llevó a éste promover una dinastía semita dentro de Egipto, sus descendientes la echaron por tierra.
 En las escrituras se pasa prácticamente sin solución de continuidad de la muerte de José al nacimiento de Moisés; pero, lejos de haber sucedido ello así, hubo en medio un suceso determinante que devino en un cambio drástico en el status social del clan de Abraham, pues este pasó de ser una dinastía pujante con serias posibilidades de acceder al poder total, al de ser un pueblo de esclavos. Tal cambio de condición solo puede haberse producido por un hecho; una guerra. Y en la historia Egipcia dicha confrontación se encuentra documentada con tal precisión, que se hace imposible el no concluir que hablamos del mismo acontecimiento.
 Los soberanos de la  Dinastía XIII fueron más débiles que sus predecesores, aunque todavía mantuvieron el control de Nubia y la administración del gobierno central. Sin embargo, durante la última parte de su reinado, su poder fue puesto a prueba no sólo por la rival Dinastía XIV, que no obtuvo el control sobre el delta, sino también por los Hicsos[1] instalados en el norte de Egipto. Los Hicsos de la Dinastía XV reinaron desde su capital, situada en Avaris, en la parte este del delta, lo que les permitía mantener el control sobre las zonas media y alta del país. Contemporánea a la dinastía Hicsa, existió una Dinastía XVI, que reinó en la zona central de Egipto. Un tercer poder coetáneo a los otros dos ejerció la autoridad de forma más independiente sobre el sur, la Dinastía XVII tebana, que dominó el territorio entre Elefantina y Abidos[2]. El soberano tebano Kames luchó con éxito contra los Hicsos, pero fue su hermano Amosis I quien los derrotó finalmente, reunificando de nuevo Egipto. Esta contextualización histórica, nos muestra de manera clara y comprobable, como un poder secular semita habitó y gobernó parte de Egipto alcanzando su estatus dinástico, y como también pereció (Como tantos otros) al hacerse con el poder una dinastía opositora. Sin embargo algo que puede rescatarse de la escritura bíblica es lo permeable que fue la sociedad egipcia a la incursión semita en su entramado social. Si bien los registros Egipcios no guardan ninguna referencia a esta permeabilidad, ella queda demostrada de hecho en el reinado de Amenofis IV, como veremos más adelante.
En cuanto a la esclavitud, es muy probable que el término esclavitud, al referirse al pueblo judío dentro de Egipto, no haya sido tal, o al menos no lo haya sido en todos los casos. Tengamos en cuenta que El clan de Abraham (Puesto que, para ser riguroso históricamente, aún no podemos llamarlo pueblo judío) había alcanzado un inmenso poder en tiempos de José, y la pérdida casi absoluta de dicho poder puede ser referida en términos de caída en la esclavitud. También debemos recordar que las tierras egipcias pertenecían al faraón y no a su pueblo y que José había logrado que sus hermanos poseyeran como propias las tierras que trabajaban colocándolos en un estadio superior al del resto de los egipcios. Al caer la Dinastía Hicsa, cayeron con ella los privilegios obtenidos por ésta y es de suponer que las tierras que explotaban como propias fueran captadas a favor del imperio. De hecho, con la unificación del territorio egipcio y la fundación de la Dinastía XVIII por Amosis I, comenzó el Imperio Nuevo y el Faraón restableció los límites, los objetivos y la burocracia del Imperio Medio, y reactivó su programa de aprovechamiento de la tierra[3].
Este cambio de situación puede ser interpretado como una reducción a la esclavitud, pero, en sí, dichas condiciones no eran distintas a la del resto de los egipcios.


[1] Tribu semita.
[2] Y allí tenemos los tres territorios en los cuales se hallaba dividido Egipto, cuando José dominó la parte norte, Es decir, la correspondiente a la dinastía Hicsa, la cual no seria ni más ni menos que el Clan de Abraham
[3] El mismo que, en su momento, fue la piedra fundamental para la construcción del poder de José.

No hay comentarios:

Publicar un comentario