Desmitificación de la historia del pueblo judío: Aclaración

Sobre el autor

Friedrich Aleijem nació en Rosenheim, ciudad Alemana, a 55 km de Munich en 1881 en el seno de una familia profundamente religiosa y socialmente acomodada. Esto permitió que pudiera ser enviado a Francia donde cursó estudios superiores en la Escuela Normal Superior, prestigioso centro de enseñanza dedicado a la formación de profesores universitarios. En 1903 inició en el Liceo de Angers su actividad docente, que continuó con posterioridad en los liceos de Clermont-Ferrand (1905-1910) y Enrique IV de París (1911-1914). Su personalidad introspectiva y metódica no le impidió convertirse tempranamente en un reconocido y respetado erudito de la ley judía. Sin embargo, su pasión por la rigurosidad histórica solía enfrentarlo con ciertas (sic) “Incómodas inconcordancias” referidas a la historia de su pueblo. Por esta razón publica en 1912 su primer ensayo Bíblico-Histórico titulado “Prehistoria del pueblo Judío” el cual le valió fortísimas críticas desde dentro del mismo seno de su colectividad.

Sin amedrentarse y movido por sus profundas convicciones, publica en 1914 “José, el faraón hebreo” Ensayo que casi le cuesta la expulsión de su comunidad pero mediante el cual su nombre comienza a hacerse conocido en ámbitos académicos.

Sin embargo su carrera se interrumpe abruptamente con el estallido de la primera guerra mundial. Friedrich Aleijem decide regresar a Alemania para enrolarse en el ejército como voluntario siendo enviado al frente occidental. Donde el 8 de septiembre de 1914 en la primera batalla del Marne es gravemente herido perdiendo la visión de su ojo izquierdo y casi la totalidad de su capacidad auditiva. Al volver del frente, su personalidad se ve enturbiada por una profunda depresión que lo lleva a vivir prácticamente recluido durante casi siete años, época en la cual conoce y se casa con Theodora Guildemberg, con quien tendrá dos hijos Emile y Franz. Paulatinamente retoma su actividad publicando esporádicos artículos en folletines teológicos, de los cuales termina casi siempre excluido por decisión editorial, y en 1926 consigue una cátedra en la Universidad de Leipzig. En 1928 edita su más importante y controvertida obra “Egipto: La tierra prometida” Lo cual le valiera un fortísimo enfrentamiento con Chaim Weizmann[1], pues en dicha obra (Prometida desde las últimas páginas de su anterior libro) intentaba demostrar históricamente que el interés territorial de los primeros Israelitas estaba en Egipto y no en Palestina, y, por consiguiente, no tenían derecho de reclamar ese territorio como propio o prometido. (Sic) “Si no hay dudas de la potestad Judía sobre ese territorio, ¿por qué debieron reunirse cuatro señores en Inglaterra para decidir cuál sería el mejor emplazamiento para el futuro estado de Israel?”

Con el ascenso al poder del nazismo la situación de Friedrich Aleijem con su propio pueblo se complicó aún más. Pues el propio Adolf Hitler solía citar frases literales de sus ensayos cuando buscaba argumentar la manipulación y vilezas a las cuales recurrían los judíos para encaramarse al poder. Esto lo llevó a escribir su último y más aclamado ensayo (Aun por sus detractores) “La verdad en manos de los ignorantes” de 1934, que comenzaba su primer párrafo con la frase “La verdad en manos de los ignorantes se traduce en una ignorancia aún mayor” (En obvia referencia al propio Hitler) Y donde pretendió explicar cómo sus teorías no iban en desmedro de las leyendas judías, sino en auxilio de ellas al brindarle a la mitología de su pueblo un sustento histórico que la imbuía de veracidad científica.

Si bien este libro lo acercó a la comunidad judía en general, no alcanzó para congraciarlo definitivamente con su pueblo. Decidido a permanecer en Alemania, a pesar de la situación reinante, (En parte por principios, en parte por no recibir apoyo de su colectividad para huir al exilio) es arrestado, junto con su familia, el 18 de Octubre de 1935 y trasladado al campo de concentración de Sachsenhausen donde murió un año después. Todo indica que su esposa e hijos corrieron igual suerte, aun cuando no hay registros al respecto.

Solo fue Sigmund Freud quien en el prólogo de su ensayo “Moisés y la religión monoteísta” le rindió homenaje al decir de él: “Sin pensadores comprometidos con el rigor científico y la veracidad histórica como Friedrich Aleijem, esta obra que hoy tiene en sus manos jamás hubiera podido ser”

[1] (1874-1952) líder sionista y químico nacido en Rusia, que se convirtió en el primer presidente de Israel

Desmitificación de la historia del pueblo judío

jueves, 31 de julio de 2014

Aclaración

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